domingo, 20 de noviembre de 2011

El Romanticismo, Posromanticismo, Realismo y Naturalismo

El romanticismo
Definición:
Fue un movimiento de tipo cultural y político, que surgió en Europa a partir del prerromanticismo de finales del siglo XVIII. Los románticos consideraban la libertad como causa suprema, tanto en el arte como en la política y la vida personal. En contraposición al neoclasicismo, el romanticismo se caracterizó por el rechazo de la razón como principio, anteponiendo el sentimiento y la fantasía en el arte.
Contexto histórico
Los orígenes del romanticismo hay que buscarlos ya en el siglo XVIII, fundamentalmente en la filosofía y cultura alemanas, país, en el que se produce un movimiento llamado "Sturm und Drang" (tempestad y pasión) que propugna la creación literaria al margen de las reglas clásicas y revaloriza la expresión artística de vivencias y sentimientos. Es ésta la sensibilidad prerromántica, que también se manifiesta muy pronto en Inglaterra y posteriormente se extiende por el resto de Europa.
El Romanticismo, fenómeno cultural correspondiente a la primera mitad del siglo XIX, se halla vinculado con una serie de circunstancias históricas a las que es necesario aludir.
Se debe por una parte a las reacciones en toda Europa contra el poder napoleónico que finalmente cristalizan en el Congreso de Viena (1815), lo cual explica el matiz conservador del Romanticismo.
Contexto político
No es de olvidar que los gobiernos de la Restauración absolutista procuraron arrancar de cuajo el espíritu liberal que Napoleón difundió, volviendo a las ideas de tradición y religiosidad. Sin embargo, junto a este Romanticismo arcaizante, tradicionalista y cristiano, toma incremento años más tarde otro de tipo revolucionario y liberal, que pretendía la destrucción de todos los dogmas morales, políticos y estéticos hasta entonces vigentes. Su auge coincide con la revolución francesa de 1830 y el triunfo del liberalismo en la mayor parte de los países europeos. En España el comienzo del Romanticismo revolucionario se debe sobre todo a la vuelta de los emigrados liberales con motivo de la muerte de Fernando VII. •Período liberal
- Después de la muerte de Fernando VII, los liberales se ponen de parte de su hija Isabel, enfrentándose a los que querían como rey a Carlos, hermano de Fernando VII. Éste era partidario del absolutismo. Los enfrentamientos entre estos dos nuevos sectores se llamaron guerras carlistas. En este tiempo son los liberales los que tienen el poder e intentan llevar a cabo grandes reformas en el país. La más importante es la reforma agraria y el saneamiento de la economía. Desamortización de Mendizábal (1836).
Contexto cultural
El Romanticismo no se reduce a un fenómeno literario, sino que abarca todos los aspectos de la cultura de la época - desde la política hasta el arte, desde la literatura hasta las modas -, porque en el fondo viene a consistir en una especial actitud frente a la vida. De ahí que deba hablarse de la psicología del hombre romántico antes de entrar en el estilo de su producción estética.
La búsqueda de la belleza fuera de la armonía y el equilibrio (lo sublime en lo terrible, lo sobrenatural, lo macabro, inicios de la novela gótica -Mary Wollstonecraft Shelley, Frankenstein o el moderno Prometeo, 1818- ).
Entre los escritores románticos se encuentran Goethe, Friedrich Hölderlin y E.T.A. Hoffmann en Alemania; Walter Scott, Percy Shelley, John Keats y Lord Byron en Inglaterra; Chateaubriand, Alphonse de Lamartine y Victor Hugo en Francia; Edgar Allan Poe en Estados Unidos; Manzoni y Leopardi en Italia, el Duque de Rivas, José Zorrilla y José de Espronceda en España; Ignacio Manuel Altamirano y Guillermo Prieto en México, José Hernández en Argentina, etc.
Contexto social
Uno de los rasgos capitales del Romanticismo reside en su espíritu individualista. El Romanticismo equivale a la rebelión del individuo, a la violenta exaltación de la propia personalidad. El "yo", al que ahora se le tributa un culto frenético, constituye el máximo objetivo de toda la vida espiritual. El mundo externo apenas conserva otro valor que el de mera proyección subjetiva. Agudo egocentrismo que tiene sus raíces en la doctrina enciclopedista (defensora de la postura crítica intelectual) y en el mundo prerromántico (rehabilitador del mundo de las emociones personales).
El hombre romántico se caracteriza también por su aislamiento y soledad, temas básicos del Romanticismo. Su individualismo está marcado sobre todo por su conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto de los demás, que en ciertos casos incluso deriva en un sentimiento de superioridad - su genio, su desgracia o infelicidad mayor que las de nadie -.
Esta es la razón por la cual el yo del artista pasa a ocupar el primer plano de la creación. Los sentimientos expresados en las obras románticas son los de sus creadores, quienes expresan su insatisfacción con el mundo, su ansia de infinito, su búsqueda del absoluto, su amor apasionado, su deseo vehemente de libertad, sus estados de ánimo, . Por este motivo la poesía lírica o la música son a lo largo de todo el siglo XIX las artes supremas.
El ansia de libertad : El ya mencionado individualismo del hombre romántico produce en él una protesta contra las trabas que hasta entonces tenían cohibido su espíritu, lo cual deriva consiguientemente en un ansia de libertad que se refleja en todas las manifestaciones de la época: el arte, la literatura, la música, la industria, el comercio, la conciencia,...
Irracionalismo: Los románticos rechazan la razón y todo lo racional. Sus temas preferidos están relacionados con lo sobrenatural, la magia y el misterio. A estos románticos les falta un pensamiento sistemático y coherente; no comprenden ni interpretan el mundo de una forma global.
Subjetivismo: En el romanticismo se le concede una gran importancia a las emociones, los sueños o las fantasías. Como formas de conocimientos principales se aceptan la intuición, la imaginación y el instinto; es decir impulsos no racionales, marcados por los sentimientos. La pasión se considera una fuerza superior a la razón.
El espíritu idealista: Los románticos sienten una gran predilección por lo absoluto, lo ideal, en conexión con la filosofía idealista, esencialmente alemana, que se impone con fuerza en toda Europa durante la primera mitad del siglo. Por este motivo buscan desesperadamente la perfección, lo absoluto, lo cual explica, por una parte su necesidad de acción, su vitalismo, pero por otra, los anhelos insatisfechos que derivan en su frustración e infelicidad. Ese vago aspirar hacia un mundo superior al de las realidades sensibles y que la razón no acierta a definir, cristaliza a menudo en unos ideales concretos, que el romántico se impone como norte de su vida: la Humanidad, la Patria, la Mujer. Hacia estos objetivos concretos el hombre romántico dirige sus ardorosos afanes: el sentimiento filantrópico, el ideal patriótico y el amor, al que a menudo se le une un vago misticismo.
Angustia metafísica: Al haber perdido la confianza en la razón, el ser romántico es por naturaleza alguien inseguro e insatisfecho, lo cual da lugar a la desazón vital romántica. El romántico siente la vida como un problema insoluble. Su instinto le denuncia la existencia de fuerzas sobrenaturales que escapan a todo conocimiento racional y una invencible angustia sobrecoge su ánimo. Se sabe víctima de un ciego Destino sin justificación lógica e increpa a la Naturaleza, que contempla impasible su dolor. La idea de infinito preside su vida; de ahí su inquietud febril y su terrible desequilibrio. Este aspecto es, sin embargo, también motor de la creación artística en la búsqueda constante del romántico de respuestas y soluciones a las dudas y problemas que se plantean.
Choque con la realidad: Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.
Evasión: Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.
Nacionalismo: En el Romanticismo aparece una cierta obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su historia, en su literatura, en su cultura. Es ahora cuando se inventa el concepto de pueblo como entidad espiritual supraindividual a la que pertenecen individuos concretos que comparten una serie de características comunes: lengua, costumbres, folclore. Así se comprende la revitalización de los antiguos poemas épicos y de las leyendas y tradiciones locales. Es evidente que estas ideas románicas se oponen frontalmente al espíritu universalista de la Ilustración.
 Posromanticismo
Definición
El posromanticismo es un movimiento cultural, estético e intelectual que nace después y a partir del romanticismo, durante la segunda mitad del siglo XIX. Tuvo su máximo esplendor en Francia, donde dio lugar al parnasianismo y el simbolismo en literatura. Se expresó sobre todo en las artes literarias y musicales.
Contexto social
Los escritores y artistas se rebelan contra las formas de vida de los burgueses y nace su espíritu inconformista que demanda libertad. Sienten rechazo por los valores de la sociedad y caen, en su deseo de evadirse de la grisura y angustia de la realidad, en ciertos vicios como el alcohol y las drogas. Se aferraban a la aventura, la soledad y a veces al odio de su propia existencia, de forma que algunos de ellos acabaron en la locura.
Contexto cultural
La poesía, al contrario de la novela y el teatro, continúa siendo romántica (la novela y el teatro seguirá la tendencia realista). En la poesía la forma pierde parte de su interés para centrar su atención a lo emotivo que puede poseer el poema. Lo narrativo decae en favor de lo lírico. La poesía es más personal e intimista. Se reduce la retórica y se aumenta el lirismo, con el amor y la pasión por el mundo por lo bello como temas principales. Se buscan nuevas formas métricas además de nuevos ritmos. La homogeneidad de la que gozaba el Romanticismo se transforma en pluralidad en las ideas poéticas. La poesía posromántica, pues, representa, mas que una transición, un conflicto insuperable entre el Romanticismo y el Realismo, por lo que con frecuencia suelen ser interpretados sus autores como románticos descolgados; en filosofía, son decantadamente pesimistas.

Dentro del posromanticismo de encuentran:
El Parnasianismo defendía una doctrina inspirada en el ideal clásico "el arte por el arte.
El simbolismo tuvo un "manifiesto literario" publicado en 1886 por Jean Moréas en el que se define como "Enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad, la descripción objetiva". Sus precursores literarios fueron el norteamericano Edgar Allan Poe y los franceses Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud y Paul Verlaine (llamados "poetas malditos
El decadentismo tuvo influencia de Baudelarie y Rimbaud, pero Verlaine ("yo soy el imperio al fin de la decadencia") fue quien estuvo a la cabeza del movimiento, especialmente después de la publicación de Los poetas malditos (1884). Otro de sus principales exponentes fue Joris-Karl Huysmans, quien publicaría la que posteriormente fue considerada biblia del decadentismo: A contrapelo.
Lírica postromántica española. Dos poetas generacionalmente posteriores a la época romántica son las verdaderas cumbres de la lírica española del XIX: Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro (ésta, en lengua gallega).
Realismo y naturalismo
Definición:
Realismo
Aparece una rigurosa observación de la realidad como método descriptivo, influido por las ciencias experimentales; los escritores se documentan sobre el terreno, tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, la indumentaria, etc. También buscan en los libros los datos necesarios para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.
Contexto cultural
 A mediados del siglo XIX hubo un cambio en los gustos literarios hacia el rechazo de los "excesos del romanticismo". Se consideraron de mal gusto el sentimentalismo, la anarquía formal y los temas fantásticos, pero se conservó el costumbrismo romántico, que fue llevado a sus últimas consecuencias.
Contexto político
La documentación y las descripciones puntuales y minuciosas. En la mayor parte de los casos, expresa posiciones políticas progresistas o radicales, en el entorno de las revoluciones liberales (revolución de 1830 y revolución de 1848) y un cierto anticlericalismo o un cuestionamiento de las posiciones religiosas oficiales, que a veces es resultado de una espiritualidad muy profunda.
•Período revolucionario y Restauración
- España se encuentra estancada a causa de las guerras carlistas. Existe un descontento general entre los ciudadanos. El enfrentamiento constante entre los liberales y los conservadores crea inestabilidad política. En septiembre de 1868 se desencadena una revolución que pone fin al reinado de Isabel II.
- Durante esta época se producen grandes tensiones políticas y sociales.
- La proclamación de Amadeo de Saboya como nuevo rey fracasa muy pronto al abandonar éste el país en 1873. Tampoco funciona la proclamación de la Primera República para calmar los enfrentamientos. Sexenio liberal (1868-1874). La situación no cambió hasta 1874, en que se nombra a Alfonso XII rey de España; período conocido con el nombre de Restauración. La Restauración no resolverá los problemas sino que los aplazará.
Contexto histórico
Durante la segunda mitad del s. XIX se desarrolla una prosa periodística, la llamada prensa obrera, cuenta las tensiones sociales de la época. Más tarde florece la prosa científica y humanística, pero el verdadero esplendor de este género se da con la novela.
En la novela se consiguió dar una visón completa de la sociedad en un determinado tiempo histórico: los personajes, los ambientes, los problemas,… formando un mundo verosímil y cotidiano. El novelista se convierte en el portavoz de la conciencia colectiva, consiguiendo una buena conexión entre novelista y sociedad.
Contexto social
Utilización de una técnica objetiva frente al subjetivismo romántico. El autor es un cronista aunque en ocasiones exponga algunas opiniones personales. Intención social de los escritores. Se intenta descubrir las lacras o cualidades, manías y hasta deformidades sociales y contribuir a eliminarlas; renace la idea del “Arte útil”.
En el estilo se observa una progresiva eliminación de la retórica grandilocuente de los románticos, se adapta el lenguaje a la condición social del personaje. De ahí la importancia que adquiere el reflejo del habla popular.
Pueden establecerse dos modalidades en la novela realista:
La novela social (no confundir con el estilo denominado realismo socialista, propio del siglo XX), la que reproduce los distintos ambientes sociales generados por la progresiva instalación de la nueva sociedad de clases frente a la antigua sociedad estamental y el triunfo de los valores de la revolución burguesa (la movilidad social, el arribismo de los nuevos ricos, el declive del concepto de honor nobiliario -que al extenderse a toda la sociedad produjo paradójicamente una edad de oro del duelo-). Ejemplos destacados fueron la Comedia humana de Honoré de Balzac; David Copperfield, de Charles Dickens; Episodios nacionales, de Benito Pérez Galdós; El crimen del padre Amaro, de José María Eça de Queirós, etc.
La novela psicológica, que trata los temperamentos y motivaciones de los personajes, cuya psicología se intenta reconstruir no sólo en retratos (etopeya), sino mediante sus acciones, sobre todo en la relación con los demás y en sus reacciones ante los conflictos: El rojo y el negro de Stendhal; Madame Bovary de Gustave Flaubert; Los hermanos Karamázov y Crimen y Castigo de Fiodor Dostoievski, etc.
También se suele emparentar con el realismo el costumbrismo, restringido localmente, muy desarrollado en cuentos y novelas (en España Ramón de Mesonero Romanos, Armando Palacio Valdés, José María de Pereda, etc.).
El naturalismo
Definición:
Determinismo positivista como orden vital supremo, traducido, con frecuencia, en fatalismo mecanicista. El naturalista presenta al ser humano sin albedrío, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. En él influyen el Positivismo de Auguste Comte, que no valora que no puede ser objeto de experiencia, el Utilitarismo de Bentham y Stuart Mill, que juzga todo en función de su utilidad, y el Evolucionismo físico de Darwin y social de Herbert Spencer, que niega la espiritualidad del hombre al negar la intervención divina, y el materialismo histórico de Marx y Engels.
Contexto histórico
Surgió como consecuencia de la evolución del realismo, en aras de reflejar aún más objetivamente el mundo exterior. Tuvo influencia del positivismo, del materialismo y del determinismo. Los elementos característicos de la narrativa naturalista son la sátira, la denuncia social, el feísmo, el tremendismo, el anticlericalismo radical, las temáticas de enfermedad, suciedad, locura, pobreza, vicios y prostitución. Su mayor exponente fue Émile Zola (Germinal). En España se suele considerar naturalistas a Leopoldo Alas (Clarín) (La Regenta) y a Vicente Blasco Ibáñez (Cañas y barro).
Contexto cultural
Frente a las pretensiones de compromiso social y los fundamentos estéticos de realismo y el naturalismo, la literatura de mayor difusión de la época (la segunda mitad del siglo XIX), que coincide con la extensión de las publicaciones periódicas con un público lector cada vez más numeroso, fue la literatura de evasión, cuyo máximo ejemplo eran los folletines por entregas, de calidad muy desigual, pero que desarrolló convenciones de género presentes en muchas obras importantes (El conde de Montecristo o Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas). El escapismo de la realidad cotidiana también era notorio en las novelas de aventuras, género en el que destacó Emilio Salgari, y el inicio de la ciencia ficción, con Julio Verne; mientras que la novela policiaca, que procedía del campo abierto por el gusto romántico por lo morboso y el gusto realista por los ambientes sociales sórdidos, desarrolló productos tan interesantes como la serie de Sherlock Holmes (1887, Arthur Conan Doyle), y más adelante, la novela negra.

Contexto social
Argumentos construidos a la sombra de la herencia folletinesca y orlada de un abrumador pesimismo. Feísmo y tremendismo como repulsivos. Puesto que se presentan casos de enfermedad social, el novelista naturalista no puede vacilar al enfrentarse con lo más crudo y desagradable de la vida social
Adopción de los temas relativos a las conductas sexuales como elemento central de las novelas. No se trata de un erotismo deleitoso y agradable, sino que es una manifestación de enfermedad social, suciedad y vicio. Por ello, frecuentemente el novelista naturalista se centra en el mundo de la prostitución, vista como lacra social y como tragedia individual. El público confundía sin embargo a veces naturalismo con pornografía, lo que no era la intención de los naturalistas. Estos critican con frecuencia la literatura folletinesca que trastorna la percepción de la realidad.
En la mayoría de los escritos lo que se intenta es reflejar que la condición humana está mediatizada por tres factores:
1) La herencia genética
2) Las taras sociales (alcoholismo, prostitución, pobreza, violencia)
3) El entorno social y material en que se desarrolla e inserta el individuo
Esto es, lo que se conoce en filosofía como Determinismo. De aquí deriva otra importante característica del Naturalismo, una crítica (implícita, ya que el valor documental y científico que se pretende dar a la literatura de este tipo impide aportar opiniones propias) a la forma como está constituida la sociedad, a las ideologías y a las injusticias económicas, en que se hallan las raíces de las tragedias humanas.
El naturalismo se expresa a través del criollismo, el costumbrismo ‎ y el Mundonovismo.‎
Contexto político
Tiene el mismo contexto político que el Realismo, pero posteriormente se utilizó para definir una tendencia de la novela, iniciada en Francia por Émile Zola, quien pretendía llevar el Realismo a sus últimas consecuencias.
Las características fundamentales son:
Observación exhaustiva de la realidad.
Aplicación de un método de trabajo sistemático y  científico para reflejar dicha realidad.
Presentación del conflicto entre libertad individual y realidad social.
Aplicación a la novela de las teorías evolucionistas y deterministas de Darwin.
Reflejo, frecuentemente, de los aspectos más miserables y sórdidos de la realidad.
En España, las primeras referencias al Naturalismo aparecen en 1876, en un artículo de Revista Contemporánea sobre Zola.
El Naturalismo español podría localizarse entre 1881, año de publicación de La desheredada de Galdós, y 1887, año en el que se publica La madre naturaleza, de Pardo Bazán.

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