domingo, 20 de noviembre de 2011

Literatura Contemporànea, Introducciòn, Futurismo, Cubismo, Existencialismo...

Historia de la Literatura Contemporánea
Introducción
•‎ Los cambios políticos y sociales que experimenta la sociedad del siglo XX, así como la profunda ‎crisis que sufre la humanidad a raíz de las Primera y Segunda Guerras Mundiales, provocan las más ‎variadas respuestas en el arte.‎
•‎ Es la época de la cultura de masas, la comunicación global y los “ismos”.‎
•‎ Los “ismos” son movimientos artísticos que expresan su rechazo a la sociedad industrial ‎‎ (cubismo, dadaísmo, expresionismo, etc.)‎
•‎ En su momento estos movimientos artísticos fueron llamados “vanguardias”, porque atacaron ‎frontalmente el racionalismo, el realismo y el capitalismo.‎
•‎ Dentro de estas “vanguardias”, el Surrealismo fue la vanguardia más importante.‎
•‎ El Existencialismo, como corriente filosófica y artística, fue la expresión del escepticismo ‎generalizado de los artistas frente a la destrucción, la pobreza y el “ser para la muerte” que resultó de ‎la Primera Guerra Mundial.‎
•‎ En la literatura, refleja una sociedad caótica, sin sentido para el hombre que se siente solo y ‎desprotegido frente a un mundo tecnológico.‎
Definición
El Futurismo
El movimiento futurista es en realidad un exponente de la crisis cultural del siglo XX, que tuvo como consecuencia más inmediata las dos guerras mundiales. El futurismo, como todos lo movimientos románticos, surge con la fuerza y el fanatismo de una contracultura. Se lanza contra los museos, las bibliotecas y academia, adopta lógicamente formas políticas -el nacionalismo- y cae cuando estas formas demuestran su falta de consistencia y llevan a Europa a una salvaje guerra de nacionalistas.
Contexto histórico
Movimiento literario y artístico surgido en Italia en el primer decenio del siglo XX. Nació con un manifiesto, y varió y fijó sus propios enunciados en una serie de manifiestos. El 20 de febrero de 1909 F.T. Marinetti publicó en  «Le Figaro» de París un primer Manifiesto en el que proclamó como formas de expresión del futurismo la agresividad, la temeridad, el salto mortal, la bofetada, el puñetazo. De todos modos el futurismo fue, bueno o malo, una escuela de polémica y de moral; y si usó con eficacia la técnica publicitaria, admitiéndola de golpe en la expresión artística, lo hizo con una finalidad básicamente pedagógica. Pero ello no impidió a los futuristas transformar, con el tiempo, los temas iniciales de la máquina, la velocidad, la técnica en exaltación de la violencia, del imperialismo, de la guerra, «higiene del mundo», y, por lo menos con Marinetti, del fascismo.
Contexto cultural
En el ámbito literario, el futurismo italiano tuvo sus mejores exponentes, además de en Marinetti, en A. Palazzeschi, C. Govoni y A. Soffici; pero los resultados más importantes del movimiento se alcanzaron, probablemente, en el campo de las artes figurativas, con la introducción (sobre todo por obra de Boccioni) de un nuevo sentido del espacio que tuvo consecuencias importantes en la vanguardia europea contemporánea y posterior: cubismo, dadaísmo, surrealismo. El futurismo surge como una natural evolución de las ideas postimpresionistas. Para dar una imagen estricta y analítica de la realidad, los futuristas necesitaban utilizar un análisis de los colores y de las formas. Seurat y el divisionismo les daban resuelto el primer problema cromático. Picasso y los cubistas aportaban soluciones para el segundo aspecto: la descomposición de las formas y la distribución de los diferentes planos del cuadro.
El futurismo aportaba, sin embargo, algunas ideas originales a la estética cubista. El fin primordial de la nueva tendencia era acentuar los efectos del movimiento. Y en este aspecto el cubismo, en términos generales, podía pasar por ser una pintura estática. Los futuristas pagaron, pues, la deuda que tenían con el cubismo activando su desarrollo y obligándolo a prestar más atención a los procesos dinámicos.
Contexto Social
Las características del futurismo han sido resumidas por los mismos pintores del movimiento:
Todas las formas de imitación deben ser menospreciadas y todas las formas de originalidad deben ser glorificadas.
Debemos rebelarnos contra la tiranía de las palabras armonía y buen gusto (con este tipo de expresiones, demasiado elásticas, sería fácil demoler las obras de Rembrandt, Goya y Rodin).
Las críticas de arte son inútiles o perjudiciales.
Es necesario hacer limpieza de temas corrompidos y inútiles para poder expresar el remolino vertiginoso de la vida moderna, una vida de acero, fiebre, orgullo y temeraria velocidad.
La acusación de "locos" que se ha utilizado para tener amordazados a los innovadores, debe ser considerada un noble y honorable título.
El complementarismo en pintura es una necesidad absoluta, como el verso libre en poesía y la polifonía en música.
El dinamismo universal tiene que ser plasmado en pintura como una sensación dinámica.
La sinceridad y la virginidad son necesarias, en grado mayor que otro tipo de cualidades, para la interpretación de la naturaleza.
El movimiento y la luz destruyen la materialidad de los cuerpos.

Contexto político
El fundador y alma del futurismo tenía que ser el poeta italiano Filippo Tomasso Marinetti (1876-1944). El 20 de febrero de 1909 publicó en el periódico Le Figaro el "Primer manifiesto del futurismo". El 11 de abril del mismo año se proclamó otro manifiesto más técnico.
Los mítines y las manifestaciones futuristas acababan normalmente en batalla campal. Sus dirigentes eran maestros en el arte de la propaganda y habían captado la importancia que en aquella época se daba al sensacionalismo. Las publicaciones futuristas utilizaban siempre un tono altisonante digno de figurar en las páginas de sucesos de un periódico sensacionalista; de aquí viene que el movimiento consiguiera tanta popularidad.
En Francia el futurismo pronto quedó absorbido por el cubismo. En Inglaterra, bajo el impulso de Lewis, daría nacimiento al vorticismo. En España tuvo cierta repercusión en la poesía de Salvat-Papasseit. La primera guerra mundial puso fin a todos los aciertos, y también a todos los excesos de la escuela futurista. Sólo Marinetti intentó sobrevivir con las teorías adaptando el futurismo a los ideales de la Italia fascista. En 1929 los últimos supervivientes de la escuela proclamaron el "Manifiesto de la aeropintura", que pretendía inspirarse en las sensaciones del vuelo y en la técnica de la aviación. Pero la nueva tendencia, con su reducido campo de acción, era ya un testimonio de la muerte del futurismo.
El dadaísmo
Definición
El origen del término Dada es confuso y controvertido. De acuerdo con la versión de Tzara y Ball, la palabra surge de la casualidad: abriendo las páginas de un diccionario con la ayuda de un cuchillo, el primer término señalado fue ese: dada. De acuerdo con otras versiones, fueron los camareros del Café Terrasse, lugar donde se solían encontrar estos artistas centroeuropeos, quienes identificaron primeramente al grupo como dada: para esos camareros, las lenguas habladas por aquellos emigrados eran incomprensibles, salvo la sílaba "da-da" ("sí, sí", en ruso y otras lenguas)
Contexto histórico
El movimiento Dada surgió a la vez en Suiza y Estados Unidos en 1916. Desde Zurich se expandió hacia Alemania y hacia Francia. En París es ya el movimiento de moda en 1923. El movimiento Dada tiene la particularidad de no ser un movimiento de rebeldía contra otra escuela anterior, sino que se funda en un cuestionamiento de todo el marco conceptual del arte y de la literatura de antes de la Primera Guerra. El grupo de Zurich

Suiza, a partir del estallido de la guerra en 1914, se convierte en un centro de refugiados pacifistas de toda Europa. Allí se encontraron todos los disidentes de otras escuelas previas, tales como el expresionismo alemán, el futurismo italiano o el cubismo francés. En 1916, en Zurich, un grupo de artistas instalaron en una cervecería un pequeño cabaret, al que bautizaron como "Cabaret Voltaire". Allí se reunieron el filósofo Hugo Ball, el poeta Tristan Tzara, el pintor marcel Janco, ambos refugiados rumanos, y el pintor alsaciano Jeans (Hans) Arp. A partir de ese encuentro comenzaron una serie de actividades en el cabaret así como editaron la revista que llevaría el nombre de "Dada". Tristan Tzara pronto se convirtió en el promotor y principal exponente del movimiento Dada. Entre él y Hugo Ball dieron sustancia a la teoría dadaísta. 
Contexto cultural
Dadá es la base primaria de todo arte. Dadá es partidario del sinsentido del arte, cosa que no significa no-sentido. Dadá carece de sentido como la naturaleza. El burgués consideraba el dadaísta como un libertino, un vulgar revolucionario, un asiático perverso, depravado, que odia las campanas, sus cajas fuertes y su honor. El dadaísta ha inventado juegos para privar al burgués del sueño del justo. Ha conseguido infiltrar en la persona falsos rumores. El dadaísta ha hecho sentir al burgués un temblor lejano, pero vigoroso, de modo que sus campanas han empezado a bordonear, sus cajas fuertes a fruncir la nariz y el burgués normalmente constituido, dispone de tanta fantasía como un gusano de tierra, y en lugar de corazón tiene inmenso  juanete, que le duele cuando el barómetro, es decir, la bolsa, va a la baja".
La aceptación del absurdo, de la irracionalidad y del instinto hace que el grupo Dadá se encuentre confrontado con una creencia radical en la incredulidad y con un menosprecio total por el arte. No se hablaba de arte, sino de antiarte, porque el arte  "comercial" no tenía ningún valor a sus ojos. Buscaban un medio que volviera a convertir el arte en instrumento significativo de vida. Todos se encontraban identificados en la búsqueda de un nuevo contenido, aunque no todos tenían la misma visión: el nihilismo de Picabia, el pesimismo moral de Serner, la fe en la humanidad de Ball, el nihilismo materialista de Tzara coexisten con una fe indestructible en el arte que, hasta en forma de antiarte, siempre representó un privilegio inseparable del hombre en su camino hacia la verdadera humanidad
Contexto político
En un periodo de frenética imaginación creativa -los primeros veinte años del siglo XX- nace, concretamente, entre 1915 y 1917, el movimiento dadaísta. Tanto el futurismo como el expresionismo, el surrealismo y las otras tendencias de nuestro siglo representan, más que una actitud deliberada, la expresión de una forma particular del ser, de reaccionar frente la experiencia vital. Entre estos movimientos el dadaísmo es el que reacciona de manera más violenta y extremista, cuestionando todos los valores estéticos y éticos tradicionales que, según los criterios de sus militantes, habían llevado a la civilización occidental a la barbarie y al horror de la primera guerra mundial.
Las posiciones con relación a la Primera Guerra Mundial fueron dos, a grandes rasgos. La de aquellos que consideraban que la guerra era un paso en falso, una desviación de la línea racional de la historia y que, por lo tanto, era necesario volver al camino de la razón, por lo cual el arte podía contribuir (es la postura del constructivismo, de la arquitectura racional y del diseño);  la de aquellos que consideraban la guerra como una consecuencia lógica de la evolución del capitalismo y, por lo tanto, propugnaban una negación de la historia pasada y preconizaban un retorno al punto cero (esta es la postura dadaísta).
Contexto social
Los dadaístas consideraban el arte como el sostén de una sociedad burguesa lanzada al fracaso y le daban la culpa de no haberla dirigido a mejor fin. Es fácil suponer la repercusión de estas afirmaciones en una sociedad que, heredera de los conceptos románticos, consideraba el artista como un ser singular, privilegiado y dotado de facultades poco comunes. Para el dadaísmo, el artista era un hombre sin ningún tipo de aptitudes especiales y era necesario considerarlo como tal. Duchamp propuso utilizar a Rembrandt como mesa para planchar y dibujó unos bigotes sobre una reproducción de La Gioconda como símbolo de la ruptura con un arte que no era expresión de las auténticas preocupaciones humanas.
Asimismo, pero, se esforzó en elevar a la dignidad de arte los objetos simples y cotidianos, los famosos ready-made (productos manufacturados), como prueba que el arte era, sobretodo, una actitud mental que residía en el espectador y que, mediante la representación de estos objetos en una sala de exposiciones, éste apreciaba las cualidades estéticas y no las utilitarias que normalmente sugieren.
Volviendo al punto cero, la actitud dadá se propone acciones de perturbación con la finalidad de poner en crisis el sistema, utilizaba contra la sociedad los mismos procedimientos que ésta utilizaba, usaba las cosas a las cuales la sociedad atribuía un valor con el valor contrario. Por ejemplo, cuando Duchamp pone bigotes a La Gioconda de Leonardo no quiere destruir una obra maestra sino contestar la veneración que la opinión común le atribuye pasivamente.
El creacionismo
Definición
El Creacionismo es una de las vanguardias más interesantes aparecidas en Latinoamérica, aunque lo cierto es que, exportada por el propio Huidobro, tuvo grandes representantes en España, como Gerardo Diego y Juan Larrea. Además, en este caso, venía a simultanearse la existencia de una estética y una poética formulada desde el plano teórico con las altísimas cotas literarias logradas en el plano de la escritura poética
Contexto histórico
En 1918 el poete chileno Vicente Huidobro llega a España tras su estancia en París. A partir de su actividad y capacidad de influencia sobre un pequeño grupo de artistas  partícipes de tertulias vanguardistas el movimiento se va a conectar con los aires europeos que circulaban por París. La influencia de Huidobro junto a la actividad de Ramón Gómez de la Serna marcarán el nacimiento de las jóvenes generaciones poéticas que pretenden romper con el arte anterior a la Guerra del 14. Ello no supone, ni mucho menos, despreciar el papel renovador de otras figuras como Juan Ramón Jiménez o José Ortega y Gasset.
De Huidobro surge el Creacionismo. A través de ese término se quiere dejar patente que la obra literaria es totalmente autónoma del mundo. El poeta debe dejar ya de cantar a la naturaleza; lo que tiene que hacer es imitar a la naturaleza, eliminar todo lo descriptivo o anecdótico. Hay que "hacer un poema como la naturaleza hace un árbol".

Junto a Huidobro hay que destacar a Juan Larrea y Gerardo Diego como fundadores del Creacionismo. 
Rasgos del Creacionismo
·         Se suprimen los signos de puntuación
·         Yuxtaposición gratuita de imágenes, sin referente claro
·         Ilaciones semánticas de las imágenes, sin un hilo conductor aparente, donde a veces la afonética juega ese papel unitario. 
·         El poeta debe crear el poema tal como la naturaleza crea el árbol.
·         Prescinde de lo anecdótico, de lo descriptivo.
Contexto político
En 1918 el poete chileno Vicente Huidobro llega a España tras su estancia en París. A partir de su actividad y capacidad de influencia sobre un pequeño grupo de artistas  partícipes de tertulias vanguardistas el movimiento se va a conectar con los aires europeos que circulaban por París. La influencia de Huidobro junto a la actividad de Ramón Gómez de la Serna marcará el nacimiento de las jóvenes generaciones poéticas que pretenden romper con el arte anterior a la Guerra del 14. Ello no supone, ni mucho menos, despreciar el papel renovador de otras figuras como Juan Ramón Jiménez o José Ortega y Gasset.
Contexto cultural
De Huidobro surge el Creacionismo. A través de ese término se quiere dejar patente que la obra literaria es totalmente autónoma del mundo. El poeta debe dejar ya de cantar a la naturaleza; lo que tiene que hacer es imitar a la naturaleza, eliminar todo lo descriptivo o anecdótico. Hay que "hacer un poema como la naturaleza hace un árbol". Junto a Huidobro hay que destacar a Juan Larrea y Gerardo Diego como fundadores del Creacionismo. 
Contexto social
El lugar donde Vicente Huidobro recopile de una manera más detallada y sistemática todos los principios de este movimiento sea en su manifiesto "El Creacionismo", aparecido por vez primera en francés en su libro Manifestes (1925). Allí, en primer lugar, justifica la existencia del Creacionismo antes de su llegada a París: "El creacionismo no es una escuela que yo haya querido imponer a alguien; el creacionismo es una teoría estética general que empecé a elaborar hacia 1912, y cuyos tanteos y primeros pasos los hallaréis en mis libros y artículos escritos mucho antes de mi primer viaje a París". Pero, después de esa justificación, no tarda en presentar su receta particular de lo que ha de ser un poema creacionista: "El poema creacionista se compone de imágenes creadas, de conceptos creados; no escatima ningún elemento de la poesía tradicional, salvo que en él dichos elementos son íntegramente inventados, sin preocuparse en absoluto de la realidad ni de la veracidad anteriores al acto de realización". Sin embargo, lo que más interesa de la formulación teórica de Huidobro es su propuesta de poesía universal, y, por tanto, traducible, lo que nos permite comparar esta concepción poética con la defendida por Ezra Pound, quien, al igual que Huidobro, aunaba la aportación teórica con la producción poética: "Si para los poetas creacionistas lo que importa es presentar un hecho nuevo, la poesía creacionista se hace traducible y universal, pues los hechos nuevos permanecen idénticos en todas las lenguas". De todas maneras, es al final de este manifiesto donde Huidobro se ratifica en su idea del poeta como creador "equiparable, por tanto, a Dios-, de ahí que tome las palabras que ya había publicado en Horizon carré: "Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol".
El ultraísmo
Definición
Imita gráficamente los objetos sugeridos en el poema por medio de una presentación tipográfica en la que se juegan los espacios en blanco, las alineaciones quebradas, las ondulaciones y círculos y otras figuras geométricas.
Contexto histórico
El Ultraísmo tiene bastante en común con el Creacionismo y, desde luego, contó con una gran aceptación entre las minorías literarias: participan en su gestación personas como Cansinos-Asséns, Eugenio Montes, Isaac del Vando, Adriano del Valle, Rafael Lasso de la Vega o Jorge Luis Borges, en aquel momento presente en España. Asimismo serán numerosas las revistas que difunden sus principios poéticos: Grecia, Cervantes, Ultra, Plural, Alfar, etc. Precisamente en la revista  Grecia apareció el primer manifiesto en 1919, donde ya se vislumbraban las relaciones de esta tendencia con el futurismo italiano y el dadaísmo. Su corta vida no impidió que se exportara a Hispanoamérica, donde tuvo una buena acogida por el ya citado Borges además de González Lanuza, Piñero y Ortelli, entre otros. En cuanto al término Ultraísmo, Guillermo de Torre apunta a su autoría y al papel de Cansinos-Asséns.
Contexto social
El poema ultraísta deja notar las influencias del cubismo, del futurismo y del dadaísmo. Imágenes y metáforas chocantes, ilógicas, donde destacan el mundo del cine, del deporte, del adelanto técnico: "Los motores suenan mejor que endecasílabos" (Guillermo de Torre). Eliminación de la rima. Tendencia a establecer una disposición tipográfica nueva de las palabras del poema, pretendiendo de ese modo hacer ver una fusión de la plástica y la poesía. Neologismos, tecnicismos y palabras esdrújulas.
Entre las influencias ejercidas sobre esta corriente de vanguardia, hay que citar la de V. Huidobro, el poeta creacionista chileno, que en 1918 viene de París a Madrid y entra en contacto con un grupo de poetas a quienes comunica sus ideas e inquietudes estéticas y les facilita información (libros y revistas) sobre las nuevas tendencias y escritores europeos, con quienes les pone en relación. En el aspecto formal: supresión de elementos ornamentales; desaparición de la rima y de ciertos valores retóricos y musicales, y atención a los valores visuales y plásticos: los ultraístas relacionan la poesía con la pintura y la arquitectura, se entusiasman con el cubismo.

Contexto político
Es una corriente literaria española e hispanoamericana de vanguardia, desarrollada entre 1918 (fecha del primer manifiesto) y 1922, año en que deja de publicarse la revista ULTRA. El neologismo con que se reconoce este movimiento (del latino ultra: más allá), puesto en circulación por G. de Torre, fue tomado por R. Cansinos-Assens para titular el mencionado manifiesto de 1918 en el que se esbozan los objetivos de su grupo:
"Proclamamos la necesidad de un ultraísmo, (...) nuestra literatura debe renovarse, debe lograr su ultra, como hoy pretende lograrlo nuestro pensamiento científico y político. Nuestro lema será ultra, y en nuestro credo cabrán todas las tendencias sin distinción. Más tarde estas tendencias lograrán su núcleo y su definición. Por el momento creemos suficiente lanzar este grito de renovación y anunciar la publicación de una revista que llevará este título: Ultra, y en la que sólo lo nuevo hallará acogida". (G. de Torre, 1974).
Sin embargo, el promotor inicial del grupo ultraísta, al menos como inductor de entusiasmos es R. Cansinos-Assens, que hacia 1915 asiste a la tertulia de R. Gómez de la Serna en el Café de Pombo y más tarde fundará su propia tertulia en El Colonial. A ella asisten P. Garfias, J. Rivas Panedas, C.A. Comet, etc., firmantes del citado manifiesto de 1818. La nueva corriente contará con dos revistas: Grecia (publicada en Sevilla y en la que aparecen traducciones de G. Apollinaire, P. Reverdy, F. T. Marinetti, Tristán Tzara, etc.) y Cervantes, fundada por F. Villaespesa en 1917, y que, al pasar su dirección a Cansinos-Assens, se convertirá en portavoz del Ultraísmo, entre 1919 y 1920. En ella publicará G. de Torre sus primeros estudios sobre las vanguardias europeas y J. L. Borges traducirá a los poetas expresionistas alemanes.
Contexto Cultural
En este manifiesto se enuncia el propósito fundamental del grupo: crear un arte nuevo que supla la última evolución literaria: el novecentismo, lo cual implica el abandono de las técnicas de expresión poéticas del modernismo decadente y la apertura a los movimientos de vanguardia europeos. Los iniciadores de esta corriente, aparte de Cansinos-Assens, son G. de Torre (el gran teórico y estudioso de los movimientos vanguardistas) y G. de Diego, entre los españoles, y Jorge Luis Borges y E. González Lanuza, entre los hispanoamericanos.
El ultraísmo surge en un contexto europeo de renovación artística y literaria que es seguida en España con gran interés gracias a la información de ciertas revistas, entre las que destaca Prometeo (1908-1910), dirigida por R. Gómez de la Serna. En esta revista se publican los manifiestos futuristas de Marinetti, traducciones de los poetas ultrasimbólicos SaintPol Roux, T Klingsor, Paul Fort, etc., y proclamas del mismo Gómez de la Serna en contra de los convencionalismos estéticos y sociales y a favor de las nuevas tendencias, en un tono que preanuncia los manifiestos dadaístas y ultraístas. Ramón G. de la Serna comparte el objetivo renovador de este movimiento y colabora con sus greguerías y artículos en revistas ultraístas como Frecia, Ultra y Tableros. Y, sobre todo, se adelantan en su obra algunos rasgos característicos de la futura poesía de ultraísmo: riqueza de imágenes y metáforas sorprendentes, sentido lúdico de la creación estética, un profundo lirismo, agudeza conceptual y sentido del humor. La greguería prefigura un nuevo modelo de escritura, cuyo influjo se advierte en algunos poemas ultraístas de G. Diego, E. Montes, P. Garfias y J. Rivas Panedas.
En el contenido teórico: supresión del elemento sentimental y erótico, del confesionalismo o posibles referencias morales. Preferencia por temas de la vida moderna, tratando de descubrir sus connotaciones líricas. Se trata de vislumbrar el fondo primigenio de las realidades del mundo.
 En el plano lógico y sintáctico: se suprimen las cadenas de nexos y las fórmulas de equivalencia (como, semejante a), se eliminan los adjetivos, etc., con lo cual se rompe la continuidad del discurso, resaltando las percepciones fragmentarias, con la convicción de que se está potenciando de esta forma la pureza del flujo lírico.
Literatura del siglo XX tres grandes generaciones

Generación del surrealismo ‎
Definición
El surrealismo se refleja en la literatura y la pintura.‎ Manifiesta desesperanza y da libre curso a la expresión de la imaginación y los sueños. Nace en Francia en 1924 -- lo inició el poeta francés André Bretón
Las principales características del surrealismo literario son: ‎
•‎ Dejar de lado el racionalismo y la objetividad en el acto de creación; surge el arte hermético y ‎subjetivo
•‎ Buscar el azar, las coincidencias, los sueños e intuiciones como fuente de inspiración
•‎ Utilizar símbolos que remiten a la psique, el inconsciente o la mente. El lenguaje se caracteriza ‎por las descripciones caóticas, las imágenes oníricas y el monólogo interior.‎
•‎ Utilizar el método de la “escritura automática”, es decir, escribir el dictado puro del pensamiento ‎o de las ideas del momento. Los personajes exteriorizan la conciencia
•‎ Pone énfasis en la estructura y técnica narrativa.‎
Contexto histórico
Breton publicó el Manifiesto surrealista en París en el año 1924 y se convirtió, acto seguido en el líder del grupo. El surrealismo surgió del movimiento llamado dadá, que reflejaba tanto en arte como en literatura la protesta nihilista contra todos los aspectos de la cultura occidental. Como el dadaísmo, el surrealismo enfatizaba el papel del inconsciente en la actividad creadora, pero lo utilizaba de una manera mucha más ordenada y seria.

Contexto social
En la década de los cuarenta, coincidiendo con el exilio en México de artistas españoles influidos por el surrealismo, así como la visita de Bretón, que recorrió el país acompañado de Diego Rivera y el político soviético Liev Trotski, el movimiento se extendió de forma relativa y limitada, entre círculos intelectuales mexicanos. Superrealismo en el nuevo mundo: lo que caracteriza a este movimiento es la capacidad que tiene de crear dos espacios simultáneos, por ejemplo uno objetivo de la realidad externa y otro profundo, interno, subjetivo, al nivel de conciencia de la superrealidad. Esta tendencia, busca descubrir lo que ocurre en el interior de la persona, se preocupa de lo que la persona es.
Contexto cultural
Los temas de estos escritores, son los acosos, ya que el hombre contemporáneo, se siente rodeado, cercado, por algo que lo envuelve y lo hostiga. Este acoso, se puede ver expresado como un sentimiento de culpa, este es el caso de la obra La última niebla de la chilena María Luisa Bombal. Otro tema muy frecuente en este movimiento, es el mito o leyenda, ya que los escritores suelen basar sus historias en mitos o leyendas, lo que se puede ver en la novela de Gabriel Gascía Marquez Cien años de Soledad. Otro tema muy utilizado, junto con el mito, la leyenda y el acoso; es el tiempo circular, con esto se refiere a que en este tipo de novela ya no se ve lo que se veía en la novela moderna, que los acontecimientos pasaran en orden, en esta novela los acontecimientos no tiene un orden cronológico, lo que también se puede observar en la novela Cien años de soledad
Poesía Superrealista en Hispanoamérica: el movimiento superrealista, permitió al autor abrirse a otros niveles de realidad, sino que superando la razón. Este tipo de poesía tiene las siguientes características principales son: se fusionan el mundo interno y externo y en resultado produce una imagen que no está sujeta a las leyes que regulan la cotidianidad.; el artista es un creador, gracias a la imaginación el poeta puede crear nuevas realidades, que en el realismo no podía ocurrir; el poeta puede incluso modificar la ortografía si su poema lo necesita como es el caso del escritor César Vallejos “Vusco volver de golpe el golpe”. Otro representante muy importante en la literatura Hispanoamericana es el argentino Jorge Luis Borges, quién vivió en París y tenía una fuerte polémica con Vicente Huidobro y con Pablo Neruda, los tres con un nivel poético espectacular, y los tres del mismo período, Superrealismo.
Contexto político
Las primeras dos décadas del siglo XX plantean, una serie de características necesarias para ser comprendidas. Por un lado, aparece un clima de época de aceleración de la historia, un clima que da como experiencia objetiva en el plano social y económico, avances y desarrollo de formas productivas, avances técnicos y logros de la ciencia, avances que utópicamente resolverían todos los problemas.

Y por el otro, surge fuertemente en estos años, la idea de una revolución. De una revolución social que se venía presintiendo más o menos desde 1870 a 1900, a partir de muchas variables que sustentaban la idea de estos cambios históricos. Entre ellos, la aceptación en la dirigencia de la clase obrera y los partidos políticos de las concepciones marxistas.
En el centro de esta nueva corriente de pensamiento surge la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) donde podríamos decir que se pone fin al siglo XIX y comienza el verdadero siglo XX. La guerra devastadora termina con un ideal decimonónico del mundo liberal burgués y va a dar como resultado la desolación, el vacío, la pérdida del sentido de lo hasta ahí legitimado como procesos civilizatorios en nombre de la razón y el progreso humano.
El Cubismo Literario
Definición
El cubismo literario nace del cubismo pictórico, y así se llama por simple fraternidad de los artistas de uno y otro bando; y también porque hay muchos puntos de semejanza en sus doctrinas de abstracción o evasión artística. Apollinaire, Cendrars, Max Jacobs, corifeos de la pintura cubista, fueron hermanos en inquietudes artísticas de Picasso, Juan Gris y Delauny. Esto explica en parte, que la poesía cubista, abandonando los elementos musicales tan caros al simbolismo, se haga poesía puramente visual.
Contexto histórico
La figura principal de este movimiento es sin duda el poeta Guillaume Apollinaire, quien en 1913 junto con su libro "Alcoles", publicó un importante manifiesto donde se encuentran las siguientes exhortaciones: "Palabras en libertad"; "invención de palabras"; "destrucción"; "supresión del color poético, de la copia en arte, de la sintaxis, de la puntuación, de la armonía tipográfica, de los tiempos y personas de los verbos, de la forma teatral, del sublime artista, del verso y de la estrofa, de la intriga en los relatos, de la tristeza".
Al lado de Apollinaire podemos citar a Max Jacob; Jean Cocteau y Pierre Reverdy, quien funda en 1917 la revista Nord-Sud, que disputará luego la paternidad del Creacionismo al poeta chileno disputará Vicente Huidobro, y que será, junto a Apollinaire, uno de los poetas más admirados por la nueva generación en la que se encontraban los futuros surrealistas: André Breton y Paul Eluard

Contexto cultural
En el poema cubista, no es la realidad externa la que se plasma, sino su poliédrica y acelerada proyección en nuestro espíritu, con todas las predilecciones y deformaciones que le impone la originalidad de nuestro modo de captarla. La imagen cubista no es simple com la de una flor en un espejo, sino intrincada y polifásica como un mosaico.
El poema cubista es una yuxtaposición instantánea de imágenes autónomas, desligadas. Se recrea en lo visual y desprecia lo auditivo. No hay anécdota, ni argumento, ni historia. Cada verso o doble verso es una célula independiente, pero confederada con las otras para dar un poema que tiene por centro unificador al poeta mismo.
Contexto social
El poema cubista atrae a un solo plano, simultáneamente, los elementos de la realidad que la imaginación, como un imán central, congrega en un punto de convergencia, que es la mente del poeta. Pero su enfoque, las fracciones de realidad que la inspiran, no están en el pasado, sino en el presente, en la vida y no en el sueño; en la vida moderna con su afiebrada velocidad y dinamismo.
Contexto político
En general se alude, a un importante sector de la poesía francesa, cuyo punto inicial podría situarse en 1896 y que hacia 1917, confluye con el Dadaísmo. La amistad, a menudo íntima, y la mutua colaboración entre los pintores de este movimiento (Picasso - Bracque ) y los poetas a que se extiende esta denominación, a la vez que un ideal estético común, son razones más que suficientes para justificarla.

Generación del irrealismo o realismo mágico
Definición
El realismo mágico es una corriente del tipo afectivo, es una corriente experimental y repetida, que usa las más hondas raíces de la subconsciencia humana, asumiéndose de este modo el papel ideológico que la religión había perdido, el papel que apela a las emociones y a las experiencias restrictivas, guardadas hasta entonces solo para los elegidos.
Características: ‎
•‎ Centra su preocupación en el hombre de la ciudad
•‎ los temas se refieren a la decadencia de las estructuras sociales.‎
•‎ cultiva el realismo fantástico que revitaliza el sentido mítico de la existencia.‎
Contexto histórico
Generación que comprende a los escritores nacidos entre 1920 y 1934 y cuya producción se manifiesta a ‎partir de 1950. Tiene su esplendor alrededor de 1965.‎
Por definición los críticos literarios han utilizado la expresión "Mágico" para designar una tendencia en la novelística del siglo XX. Esta se caracteriza por la inclusión y el respeto a los mitos dentro de un contexto realista. No pocos estudiosos incluyen elementos sobrenaturales, míticos y de la creencia popular. No se trata de "presentar la magia como que fuera real" sino de presentar "la realidad como si fuera mágica". Es una focalización de lo sobrenatural.



Contexto social
El Realismo mágico es un género de ficción plantado principalmente por los novelistas iberoamericanos durante la segunda mitad del siglo XX. El realismo mágico, como gran parte de la literatura de la segunda mitad de siglo, es esencialmente moderado. Nos muestra la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, no tanto para reconciliarlos como para exagerar su aparente contrariedad. El reto que esto supone para la noción común de la "realidad" lleva implícito un cuestionamiento de la "verdad" que a su vez puede socavar de manera deliberada el texto y las palabras, y en ocasiones la autoridad de la propia novela. Fuera del continente americano el realismo mágico ha influido notablemente en la obra del italiano Italo Calvino y del checo Milan Kundera. La tradición inglesa ha tardado más en asimilar el impacto del género, y sin duda no es casual que se deje sentir con mayor intensidad en las novelas de Salman Rushdie “Hijos de la medianoche” y “Los versos satánicos

Contexto cultural
Estas tendencias se encuentran ya presentes en primeros novelistas, seminovelistas y antinovelistas como François Rabelais y Laurence Sterne; otros precedentes más inmediatos pueden ser las novelas de Vladimir Nabokov “Pálido fuego” y “El tambor de hojalata” de Günter Grass. Pero el realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de 1960 y 1970, en un momento en que el esplendor de las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta infinitamente preciada y manipulable. Al margen del propio Carpentier, que cultivó el realismo mágico en novelas como “Los pasos perdidos”, los principales autores del género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y sobre todo, Gabriel García Márquez, con sus novelas “Cien años de soledad”, “El otoño del patriarca” y “Crónica de una muerte anunciada” las cuales siguen siendo las cumbres de este género.

Contexto político
Pudiéramos tratar de enumerar las causas principales que condujeron a la irrupción del realismo mágico en el siglo XX:
La crisis de la religión: en el siglo de la velocidad y de los grandes descubrimientos técnicos, la humanidad dudaba de sus sentimientos ancestrales, empezando así a buscar algo nuevo, o, por lo menos a llenar los huecos de sus conocimientos sobre la creación del mundo.
El lector del occidente se había cansado de introspecciones y lucha psicológica de las ánimas de los personajes literarios, así que estaba listo para una historia épica rica, que no podría llegar sino superadornada de metáforas, hipérboles y sabiduría. Los lectores habían agotado la serie de experiencias en la literatura del principio del siglo XX y querían regresar a formas más antiguas: a aquellas historias de miles de años, contadas de una forma nueva: la del realismo mágico. Los lectores también querían que la actualidad —la realidad social que conocían— fuera pintada en palabras hipnóticas.
El postmodernismo había agotado su manantial y ya no podía inventar estructuras nuevas porque sus frases carecían de lo mágico, de lo ritual y la vivacidad de la existencia: había llegado al punto en que, ya no era sino que un revolcón de oraciones non conformistas, un montón de metáforas muertas. El realismo mágico llena el abismo entre la vida y la creación literaria con la premonición de un acontecimiento milagroso e inesperado, un acontecimiento que va a venir contado de un modo cautivador y cuasi primitivo.

Realismo social
Definición
Realismo social es una expresión utilizada de forma equívoca por la bibliografía, designando muy diferentes conceptos en la historia del arte y de la literatura, mediante la asociación de los términos "realismo" y "social", especialmente la denominada "cuestión social" (la situación de los más desfavorecidos. El Realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el Romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en el tercio central del siglo XIX.
Contexto Histórico
El Realismo Social conoce en España un nuevo ímpetu durante la postguerra, principalmente en la novela y el teatro. El origen del término es francés: aparece aplicado a la literatura hacia 1825 para referirse a la imitación por parte de los románticos de la naturaleza y al detalle descriptivo de algunos de sus novelistas. Más tarde, su significado se precisó para aplicarse a ciertos pintores como Gustave Courbet que, frente a los temas grandilocuentes y las escenografías aparatosas del Romanticismo, llevaban a sus lienzos sencillas escenas de la vida cotidiana; enseguida se aplicó el vocablo a las obras literarias animadas de un propósito análogo de recoger fieles testimonios de la sociedad de la época.
Hacia 1850 en Francia una serie de escritores y críticos presentan ya al Realismo como una nueva estética alejada u opuesta a la romántica. En 1856 aparece una revista titulada precisamente Réalisme, que en uno de sus números dice:
El Realismo pretende la reproducción exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos... Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan. También las artes plásticas se ven afectadas por este Realismo. Así, a finales de los años cincuenta (1956) tiene lugar una exposición en la Galería Alfil de Madrid en la que participan tres artistas; Ruiz Pernias, Pascual Palacios Tardez y José Ortega.
Las obras presentadas hablan del dolor humano, de la miseria de la vida, de la desesperanza, del drama de una guerra que ha dejado el campo arrasado. Es una pintura del hombre, para el hombre y desde el hombre. Los lenguajes plásticos que se utilizan no tienen que ver con una captación fidedigna de la realidad. Son pinturas que tienen una visión expresionista, que incluso se vieron influenciadas por los nuevos lenguajes plásticos instaurados por Picasso. Agrupaciones como Estampa Popular y Estampa Popular de Valencia, aun agrupando artistas de la más variada procedencia, seguieron esta tónica del Realismo Social.
Contexto Cultural
La novela española de esta década recoge pronto las nuevas preocupaciones sociales y abandona la visión existencial de la década anterior. En 1951 Cela publica La Colmena de tono crítico y testimonial, con un amplio personaje colectivo.
A lo largo de la década, el realismo social se intensifica y en el año 1954 alcanza su momento cumbre, pues se publican varias obras de este tipo de Ana Mª Matute, Ignacio Aldecoa, Jesús Fdez. Santos, Juan Goytisolo, Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite y Juan García Hortelano.
El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, se pretende llegar a un amplio público. Los contenidos testimoniales o críticos son más importantes.
Características: ‎
•‎ Ve a la literatura como una expresión de los problemas de clase.‎
•‎ Los personajes son tipos sociales y héroes ‎ colectivos.‎
•‎ Los motivos literarios representativos son: la explotación, la corrupción, la tortura, el asesinato, ‎por un lado; por otro, el valor, la lealtad y el sacrificio.‎
Contexto social
Concepto de amplio espectro que aparece a lo largo de la historia. Generalmente su auge coincide con momentos críticos tales como postguerras, crisis económicas, dictaduras, etc. Los artistas adscritos a esta tendencia crean obras de denuncia que son más cercanas para el público al que van dirigidas. No dudan en manifestar su compromiso con los valores oprimidos y su lucha contra los agentes represores de la sociedad. El ser humano es la medida que los artistas toman para acercarse a los problemas del mundo.
Contexto político
Su nacimiento está ligado al ascenso, al afianzamiento de la burguesía y a la nueva sociedad urbana originada como consecuencia del desarrollo de la Revolución industrial y el consiguiente éxodo masivo del campo a las ciudades. La mesocracia o clase media preponderante, y progresivamente alfabetizada, impuso sus gustos en materia literaria, pues la mayor parte de los lectores pertenecían a esta clase.
En reacción contra el Idealismo, se desarrolla el Positivismo de Auguste Comte (su Sistema de filosofía positiva se publica en 1850), que rechaza la especulación pura y la metafísica; en Inglaterra domina el pensamiento empírico del Utilitarismo (Jeremías Bentham, John Stuart Mill) y el Evolucionismo que Charles Darwin expone en su Origen de las especies (1859) pone de moda las ciencias naturales y la clasificación empírica de los hechos, haciendo notar que todos los seres humanos están encadenados al medio ambiente, que los moldea mediante la "adaptación al medio" en una "lucha por la vida" que provoca una "selección natural"; el filósofo Herbert Spencer crea con este fundamento el Evolucionismo social y cultural, al que se adhiere el mismo Comte
El existencialismo literario
Definición
Existencialismo, movimiento filosófico que resalta el papel crucial de la existencia, de la libertad y la elección individual, que gozó de gran influencia en distintos escritores de los siglos XIX y XX.El existencialismo sugiere un tema principal: el énfasis puesto en la existencia individual concreta y, en consecuencia, en la subjetividad, la libertad individual y los conflictos de la elección
Contexto histórico
Su principal representante es Jean Paul Sastre (1905-1980). Dio una visión del mundo atea y ‎pesimista. No obstante insistió en que el existencialismo es una forma de humanismo y resaltó la libertad, ‎elección y responsabilidad humana. ‎ Como movimiento filosófico, el existencialismo se desarrolló en Europa, primero en Alemania y luego en Francia, a consecuencia de la tremenda crisis provocada por las dos guerras mundiales. El mundo dejó de ser un lugar apacible y el proyecto ilustrado de una humanidad que conquistaría la justicia y el bienestar social con la sola fuerza de su razón fracasó por completo. Ni siquiera la ciencia o la técnica se mostraban útiles para mejorar el mundo. El hombre convertía en instrumentos de dominio y devastación todos los saberes. Sus máximos representantes: Heidegger y Sartre.
Contexto social
Tres formas de existencialismo y representantes.
El existencialismo, como movimiento filosófico y literario, pertenece a los siglos XIX y XX, pero se pueden encontrar elementos de existencialismo en el pensamiento (y vida) de Sócrates, en la Biblia y en la obra de muchos filósofos y escritores premodernos.
1. Un existencialismo de corte pesimista cuyos máximos exponentes serían Martin Heidegger (1889-1976), Karl Jaspers (1883-1969) y Jean-Paul Sartre (1905- 1980).
2. Un existencialismo optimista y teológico, que estaría representado por L. Lavelle (1951), Gabriel Marcel (1973) y Renato Le Senne (1954).
3. Un existencialismo no orientado a ninguna de las dos posturas, que sería el mantenido por Abbagnano, M. Merleau-Ponty, E. Paci y el último Sartre.
Existencialismo y literatura
Algunos filósofos existencialistas hallaron en la literatura el camino idóneo para transmitir su pensamiento, y el existencialismo ha sido un movimiento tan vital y amplio en literatura como en filosofía.
El novelista ruso del siglo XIX Fiódor Dostoievski es quizá el mayor representante de la literatura existencialista: Memorias del subsuelo (1864), Los hermanos Karamazov (1879-1880).
En el siglo XX las novelas del escritor judío checo Franz Kafka, como El proceso (1925), El castillo (1926) y América (1927), presentan hombres aislados enfrentados a burocracias inmensas, laberínticas y genocidas; los temas de Kafka de la angustia, la culpa y la soledad reflejan la influencia de Kierkegaard, Dostoievski y
Nietzsche.
Obras de teatro de Sartrey del escritor Albert Camus, Samuel Beckett y Eugène Ionesco. Norman Mailer, John Barth y Arthur Miller
Contexto cultural
Los temas fundamentales del existencialismo.
Las fuentes de las que brota la temática existencialista se encuentran en Kierkegaard, Nietzsche y el vitalismo así como la fenomenología de Edmund
Husserl.
1. Definición de la existencia como modo de ser propio del hombre
En clara deuda con el pensamiento de Kierkegaard, para los existencialistas lo que propiamente existe es el hombre, no las cosas, que toman su ser en él o a través de él.
El hombre no tiene una esencia que le determine a ser o a comportarse de una manera concreta, sino que él mismo es su propio hacerse, su propio existir.
Existir es sinónimo de hombre. Esto significa que el hombre es libertad y conciencia.
Libertad porque el hombre es un modo de ser que nunca es dado de antemano, ni tampoco es puesto por algo o alguien. Conciencia porque la existencia es lo que nunca es objeto, sino aquello a partir de lo cual me refiero a lo otro que no soy yo y con lo que me relaciono, además de conmigo mismo (autoconciencia).
2. Individualismo y particularismo
Lo primario es lo singular y concreto, la existencia humana, pero no en su generalidad, sino en la particularidad de "esta" existencia humana o "aquella otra".
3. Las cosas no existen, "son".
Es desde la existencia humana desde donde se establece el valor y sentido de todo lo real. El objeto al que se dirige la conciencia no existe. Es un "ser-en-sí" (Sartre), caracterizado por la plenitud de coincidencia, la impenetrabilidad y opacidad. Su ausencia de relación rehúye la temporalidad y entra en tensión con la conciencia, "serpara- sí". Ésta desea ser, a la vez, en-sí y para-sí, lo cual equivaldría a ser Dios, algo imposible de realizar (ateísmo).
Las principales características del existencialismo en literatura son:‎
•‎ Plantear situaciones que lindan en lo absurdo y el sin sentido, como una forma de provocar en el ‎lector una reflexión profunda.‎
•‎ El existencialismo está representado en la filosofía: plantea un punto de vista individualista, ateo, ‎pesimista.‎
Contexto político
El existencialismo moderno surgió en una Europa desgarrada por las luchas entre intereses encontrados, donde el hombre se sentía amenazado en su individualidad, en su realidad concreta de ahí su énfasis en la fundamental soledad del individuo, en la imposibilidad de encontrar la verdad por medio de una decisión intelectual, y en el carácter irremediablemente personal y subjetivo de la vida humana.
Los racionalistas consideraban la razón como la facultad absoluta; el existencialismo afirma que solamente explica un sector muy reducido de la realidad. El existencialismo acepta al hombre como un compuesto de razón y sentimientos, dado que la razón carece de respuesta para todos los  problemas, el hombre debe comprometerse. Las cuestiones que no pueden resolverse objetivamente han de plantearse subjetivamente. El hombre ha de utilizar su libertad para afirmarse frente al mundo.

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